domingo, 29 de marzo de 2009

Nuncio Aversa era mi padre y me pusieron Juan por Juan Garcia Elorrio, el director de la revista, gran amigo de mis padres

El Comienzo


Cristianismo y Revolución fue una paradigmática y polémica revista político-religiosa argentina, publicada por primera vez en Buenos Aires, en el mes de septiembre de 1966. Su última edición se distribuyó en el mes de septiembre de 1971.

Dirigida en sus comienzos y en gran parte de su trayectoria por el ex seminarista Juan García Elorrio, tuvo una importante influencia en la formación ideológica de numerosos jóvenes y militantes políticos de la época, fundamentalmente entre quienes más tarde integrarían la organización armada irregular Montoneros.

Jorge Luis Bernetti actuaba como secretario de redacción, y Eduardo Galeano, John William Cooke, Miguel Grinberg, Raimundo Ongaro, Nuncio Aversa, José Ricardo Eliaschev, Rubén Dri, Emilio Jáuregui y Miguel Ramondetti, fueron algunos de sus columnistas. Casiana Ahumada, esposa de García Elorrio, fue la directora de los últimos números de Cristianismo y Revolución, publicados luego del fallecimiento de éste en un misterioso accidente.


Línea editorial
La publicación era editada mensualmente, y estaba inspirada en nuevas interpretaciones teológicas y sociales emanadas del Concilio Vaticano II, de la Doctrina Social de la Iglesia y corrientes de pensamiento afines a lo que más tarde se definiría como la Teología de la liberación. En sus páginas se replanteaba la relación entre la misión pastoral de la Iglesia Católica y la práctica política revolucionaria. Se daba asimismo profuso tratamiento y amplia difusión a corrientes de pensamiento que pretendían justificar la legitimidad de la lucha armada y el rol de las vanguardias políticas como caminos prioritarios hacia la liberación cultural, social, política y económica de la humanidad, y en contra del imperialismo internacional, principalmente el norteamericano.

Sus contenidos sintonizaban por lo tanto con una expresa simpatía hacia el socialismo latinoamericano, encarnado en la por entonces joven revolución cubana.

En su primera editorial se leía a modo de presentación: "Camilo Torres, silenciado y retaceado por sus propios hermanos cristianos, nos señala el carisma evangélico en la lucha por la liberación de nuestros pueblos y su nombre es bandera del movimiento revolucionario latinoamericano".


Proyección ideológica
Sus páginas y sobre todo la enérgica iniciativa de su director García Elorrio, fueron la base para la creación de la agrupación activista denominada Comando Camilo Torres, de corta trayectoria, pero determinante para dar paso luego a la fundación y consolidación de Montoneros.

La revista funcionó asimismo como un medio de expresión del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, y de numerosas organizaciones sindicales, como así también de las otras tempranas agrupaciones políticas que luego, en la década del setenta, se irían consolidando como masivas organizaciones armadas.

Además de los Montoneros, también publicaban allí sus comunicados las Fuerzas Armadas Peronistas y el Ejército Revolucionario del Pueblo, y aunque esta organización armada no tenía relación alguna con el cristianismo (su ideología era netamente marxista-leninista), la revista Cristianismo y Revolución constituía el medio más indicado y lectura obligada que les permitía llegar a la gran mayoría de los jóvenes y militantes políticos de la época.