miércoles, 2 de septiembre de 2009

La tele











Lo que resulta inquietante, desde el punto de vista antropológico, en las representaciones de la tortura dede el 11 de septiembre de 2001, es que la sociedad del espectáculo se ha apoderado de ella.

"Las representaciones de la tortura son cada vez más frecuentes en la televisión estadounidense, informa Jane Mayer del New Yorker: Antes del ataque (de las torres gemelas) segun la Asociación Human Rights First, aparecían menos de cuatro actos de tortura al año en la franja máxima de audiencia. Ahora hay más de un centenar y las torturas han cambiado. Anteriormente, eran los "malos" los que casi exclusivamente torturaban. Hoy en día a menudo son los héroes los que perpetran la tortura. Es el caso de la serie estrella "24", clasificada como "counterterrorism drama" que desde 2001 tiene gran éxito de audiencia en la cadena de televisión Fox e incluso obtuvo en 2006 un "Emmy Award". En el transcurso de la primera temporada, se contabilizaron 67 actos de tortura (en 24 horas). Y no precisamente tratamientos degradantes cualesquiera. Las víctimas son glpeadas, sofocadas, electrocutadas, drogadas, asaltadas con un cuchillo, abrasadas con una lijadora, violadas, colgadas de un gancho como piezas de carnicería. Son objeto de chantaje a través de su mujer o sus hijos. En un capítulo el presidente llega a pedirle a un miembro de los servicios secretos que torture en su presencia a su asesor de seguridad nacional, sospechoso de traición. El cocreador de 24, Joel Surnow, que no oculta sus afinidades con los círculos más conservadores, como la Heritage Foundation o los nostálgicos del maccartismo, la describe como una serie "patriótica". Otro tanto sucede con la cadena que la transmite, toda vez que ha sido la primera en propagar la tesis oficial de la existencia de armas de destrucción masiva en Irak. "Los jóvenes que interrogan no necesitan nuestro show. Lo que la mente humana puede imaginar supera con mucho lo que enseñamos en televisión" se justifica Joel Surrow.

Y no nos quepa dudas, lo que se ve no es nada comparado con lo que se hizo (por eso en esta entrada hay fotos reales con las de ficción, para que se tenga claro que la tortura vista en la realidad no se acepta tan fácil como la cinematográfica), lo grave, lo gravísimo es que se intenta lograr que el espectador acepte los métodos de la misma manera en que los justifica Jack Bauer. Cuando su compañera lo cuestiona y le pregunta:

- No te preocupa que lo que estés haciendo esté mal?

Jack responde:

- No importa si está bien o mal, es necesario.

Y si nos queda alguna duda, la serie nos muestra que él siempre tiene razón, porque, cuando "no lo dejan" torturar, explota una bomba que mata a muchos inocentes.

Con lo cual, inconsciente o conscientemente, aceptamos la tortura como metodo.

La trivializacion de la tortura es el producto de una inversión a largo plazo de las estrategias mediáticas desplegadas para batir récords de audiencia a cualquier precio y que, mediante recursos psicosociales movilizan, abren paso al orden de seguridad. La transgresión de este tabú representaría en éste sentido el último escalón de una progresión hacia una insensibilización moral. El terreno, en egecto, ha sido abonado por emisiones que difuminan la línea de demarcación entre documental y telerrealidad. Estos programas contribuyen al deterioro de la idea de dignidad humana y al auge crolario del deseo de humillación de uno mismo y del otro.

Es el caso también de la película "taken" o "búsqueda implacable" donde Liam Neeson fue agente especial (torturador) y le dice muy inocentemente a su hija cuando le pregunta a qué se dedicaba:

- Yo era un previsor

- Qué prevenías?

- Que cosas malas pasaran

Lo cual es un reconocimiento de que no solo se asesinaba por lo que la persona habria hecho sino por lo que podria llegar a hacer. Todo lo que es la eliminacion de organizadores populares. Y cuando Liam Neeson dice asi, todos respiramos aliviados con ella y decimos "entonces no eran malos". Y si nos queda alguna duda de lo que hacía, esta la escena de tortura con picana a un tipo que es tan hijo de puta que todos pensamos "se lo merece", cuando en realidad es la prueba del delito! el personaje reconoce "soliamos hacer esto en paises tercermundistas, pero la electricidad era mala, y entonces teníamos que arrancar uñas, o tirar ácido en la piel" y por otro lado la pelicula lo presenta como un padre tierno y responsable. Que es tambien la fachada con la que se muestran muchos ex-represores-torturadores hoy: padres ejemplares, católicos prolijos. Sepulcros blanqueados.



En criollo: Estos programas y películas allanan el camino para que luego haya aceptación en la población ante una escalada de violencia represiva. (Y hacia el pasado justificación y perdón de lo imperdonable). Las personas estan "preparadas" para aceptar la tortura "en algunos casos" y para querer que algunos crímenes "abominables"(como la trata de blancas, que ciertamente es terrible) se los trate con tortura y asesinato.

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